miércoles, 28 de agosto de 2013

Puede que estés lejos, pero es mucho lo que te amo




A veces quisiera poder ser aire para volar a través de los mares, traspasar fronteras, llegar a ti y sentirte.



Quisiera sentir el aroma de tu piel y la calidez de tu cuerpo, besar dulcemente esos labios que solamente en sueños he besado… atrapar tu aliento y retornar a mi vida con más fuerzas, porque tu amor me llena de fortaleza y me inunda por completo el alma y todo mi ser.

Sólo contigo siento que soy esa mujer plena y segura de la cual te enamoraste. Con los altibajos de la vida aprendí a amarte, a valorar cada uno de tus logros.


No importa cuántas millas nos dividan, no importa cuántas horas haya de diferencia entre tú y yo, lo único que realmente importa es este sentimiento tan grande que despiertas en mi ser cada vez que te miro a través del computador…

Escuchar tu voz, amor mío, es algo que eriza mis sentidos. Cuando pronuncias un “te amo”, un “te necesito” o un simple “me haces falta”… me doy cuenta que eres totalmente mío.

Somos el uno del otro, así lo sentimos y confirmamos a través de los días, en espera de las horas que podamos vernos y charlar; horas que se me van como arena entre los dedos y no alcanzan para decirte una y mil veces lo mucho que te quiero.

Con tu mirada se transforma mi piel, mis labios tiemblan por el ansia del beso, y mi cuerpo… ¡ay Dios mío!, mi cuerpo se estremece cuando me miras de esa manera tan tuya, tanto así que siento mariposas en el vientre.


Puede que estés muy lejos… pero es mucho lo que te amo, tanto que la distancia que ahora nos separa se vuelve insignificante, pues tengo total esperanza en la llegada del día en que pueda verme perdida entre tus brazos.

Cada día doy gracias a Dios por haberte conocido y saberme amada por ti. No importa que una fría pantalla se interponga entre tus labios y los míos… no importa que no pueda sentir el calor de tu piel, ni el aroma de tu cuerpo, vida mía…. Nada de esto importa mientras tú me sigas amando con ese ímpetu, con esa forma tan tuya de darme amor.



Esperaré hasta el momento en que podamos estar frente a frente, fundirnos en ese ansiado beso, y no separarnos jamás.









Autor: Shoshan

jueves, 15 de agosto de 2013

Carta a mi Amado ausente




Amado mío,

Hoy me encuentro de nuevo sentada frente al teclado, 
y mis manos, en danza misteriosa cual mariposas, 
corren de letra en letra para que prontamente éstas lleguen a tu presencia. 
Para que recorran, silenciosas, cada fibra de su ser. 

Deseo que estas letras te hagan estremecer,
pues en ellas va mi esperanza de alguna vez poder velar tu descanso,
de interpretar tus sueños... de ser la guía de tus pasos.
Has de saber que en estos momentos estoy escuchando la dulce melodía que, 
alguna vez, tarareamos juntos. 
Y es esta canción un susurro al viento 
que lleva con armonía mis sinceros sentimientos...
Me regocijo pensando en el brillo de tu cabello, 
tus labios, tu sonrisa... y en la tierna mirada con la que recorrías mi figura. 
Aún escucho en mi mente tu voz tan melodiosa y galante, 
cuando al cerrar los ojos la traigo a mi presente.
Siento nostalgia al recordar el momento de la partida, 
la humedad de mis ojos a punto de llorar por el dolor. 
Recuerdo cómo en ese instante embriagaste mis sentidos 
con aquel beso en mis labios...
Te escucho llamarme en sueños y contesto bajito, 
por temor a despertarme y volver a llorar nuevamente.
Aún en lo efímero del tiempo envío estas líneas, 
con la secreta esperanza de que apresuren tu regreso y 
de que pueda al fin mirarme en tus ojos... 
para decírtelo mucho que te quiero.
Tu siempre enamorada, yo.



Ramita.